De haber aprovechado desde tiempo atrás ese conocimiento, las distintas economías de la región contarían con armas adicionales para hacer frente a la desaceleración económica, a la tendencia de los precios bajos de las materias primas en los que se apalancó la región y a otras externalidades que afectan el desempeño económico latinoamericano.
“Se ha avanzado mucho, sí, pero América Latina debería hacer más énfasis en las externalidades y el conocimiento que las empresas que tienen su base en una economía en desarrollo le pueden generar a esos países en donde están residiendo estas empresas. Es una gran oportunidad para los países de acopiarse de las últimas tendencias, de crear redes de comercio, de generar nuevos socios. Es un activo muy importante que no se ha potenciado. Se debería hacer más énfasis en cómo potenciar la globalización de las empresas (latinoamericanas), que las externalidades son muchas y no se toman en cuenta”, comentó Daniel Sertvije.
Aunque el panorama del desempeño económico regional se presenta mejor para el 2014, frente al 2013, éste “no será como se esperaba (por los empresarios)”, estimó Pedro Malo.
El Banco Mundial prevé una expansión del 2.9% para la economía de América Latina para el 2014 y del 3.2% para el 2015, mientras que para el año 2016, el crecimiento de la economía regional se ubicaría en 3.7%, muy por arriba del 2.5% reportado en el 2013, pero que aun así es insuficiente.
“Nosotros vemos una desaceleración en toda América Latina. Esa tendencia se va a mantener por lo menos unos dos años más. Todos esos factores que estamos viendo, petróleo y precios bajos de los commodities nos van a poner en una ruta de menor crecimiento en los próximos dos años.
No vamos a tener un crecimiento del 0%, pero sí vamos a crecer menos y en un ambiente de menor crecimiento tenemos que repensar las estrategias y repensar muchos de los gastos, porque nos va tocar (todavía) un ciclo de menor crecimiento”, dijo el vicepresidente de Belcorp, firma peruana con presencia en 15 países y una facturación anual estimada en los 2,000 millones de dólares.
La ruta del crecimiento se retomará hasta comenzado el año 2017, cuando en México comiencen a notarse los primeros “efectos positivos” de las reformas estructurales y luego de que Brasil comience a realizar cambios a su política económica -“porque debe haber un cambio de rumbo económico”-, factores que devolverán la confianza de los mercados hacia la economía regional, estimaron los empresarios.
“Si llegamos a ver un momento donde Brasil se estabiliza y México realmente comienza a ver los beneficios de las reformas, vamos a tener en los próximos tres años un mejor desempeño, pero que puede no ser tan bueno y por lo que hay que comenzar a repensar las estrategias”, insistió el líder de Belcorp en su presentación en el IV Foro de Multilatinas que organizó la revista América economía.
Los gobiernos latinoamericanos se han enfocado en competir por la atracción de la Inversión Extranjera Directa (IED) y menos en desarrollar a sus empresas para que salgan a competir en el mercado internacional, adicionó Lourdes Casanova, directora académica del Instituto de Mercados Emergentes de la Universidad de Cornell.
“Se han enfocado sólo en atraer IED y no han apoyado (a las empresas locales). Se necesita del apoyo de las empresas multinacionales latinoamericanas, porque cuando salen al exterior hay experiencia. Se necesita apoyo conjunto”, añadió.
nicolas.lucas@eleconomista.mx
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