Ahora, 20 años después, algunas de ellas luchan por volver a ser competitivas en el mercado de telecomunicaciones, ya sea a través de una consolidación, como en el caso de Axtel, o mediante la transformación de su negocio para dar servicios al mercado empresarial, como Maxcom, Axtel y Alestra.
A éstas se suman firmas como Virgin Mobile, Maz Tiempo, Cierto y Qbocel, las cuales entraron al mercado a partir de 2014 como resultado de la reforma de telecomunicaciones bajo el modelo de Operadores Móviles Virtuales (OMVs) y no han podido conectar con los nichos de sus mercados objetivo.
Al cierre del primer trimestre de 2015 y a casi un año de su entrada al mercado, los OMVs alcanzaron apenas un 0.34 por ciento del mercado móvil con cerca de 400 mil líneas, cuando aspiraban a arrebatar un 6 por ciento a Telcel, Telefónica y Iusacell.
De ellas, sólo Alestra consiguió darle un giro a sus operaciones para ser una compañía sólida y con posibilidades de adquirir a Axtel o Maxcom. Al cierre del primer trimestre de 2015, la subsidiaria de Alfa facturó 96 millones de dólares, contabilizó 6 mil clientes corporativos y dio servicio a 27 mil equipos.
Durante el presente año invertirá mil 650 millones de pesos en infraestructura, centros de datos y un laboratorio de innovación.
Por su parte, Maxcom informó en abril pasado sobre la renuncia de Enrique Ibarra, quien se desempeñó como CEO de la firma y nombró a José Gómez-Obregón en su lugar.
“El proceso de transformación ha resultado un reto mucho mayor al que planteamos bajo la dirección de Enrique”, dijo Javier Molinar, vicepresidente del Consejo de Administración de Maxcom en conferencia con analistas.
Cuando la empresa debutó en la Bolsa Mexicana de Valores en 2007 sus títulos alcanzaron un máximo histórico de 22.54 pesos y hoy cotizan a un precio 13 veces menor, en 1.72 pesos. Al cierre del primer trimestre del 2015, sus ventas alcanzaron 626 millones de pesos, lo que significó una caída del 4 por ciento en comparación con igual periodo del año previo, y contabilizó 241 mil 922 clientes.
Marcatel protagonizó una serie de desacuerdos legales por costos de interconexión con Telmex entre 2009 y 2011, cuando un tribunal colegiado le ordenó pagar mil 800 millones de pesos a la telefónica de Carlos Slim.
Posteriormente, la firma abandonó sus aspiraciones de ofrecer televisión de paga para enfocarse en servicios de telecomunicaciones para el mercado empresarial y tarjetas de prepago para hacer llamadas internacionales, pero su campo de acción es reducido.
Especialistas de Telconomia, Mediatelecom y The CIU coincidieron en que la reforma de telecomunicaciones ha aligerado las condiciones de operación de estas empresas con tarifas de interconexión a la baja y la eliminación del cobro por parte del preponderante.
Además, se ha reducido la litigiosidad y se han acelerado las resoluciones por parte del regulador.
Sin embargo, “en este momento no hay mucho espacio para las empresas pequeñas. El sector de telecomunicaciones es uno de economías de escala globales que simplemente no pueden competir con la capacidad de inversión de América Móvil o Telefónica”, dijo Jorge Negrete, director de Mediatelecom Law & Policy.