El origen
del escándalo se remonta a 2005, según anunció el consejo de vigilancia de la
automotriz; infracciones individuales y tolerancia a violar la ley, entre los
elementos que lo desencadenaron.
Jueves, 10 de diciembre de 2015
a las 09:15
Volkswagen reconoció en
septiembre haber trucado 11 millones de vehículos diésel. (Foto: Archivo)
WOLFSBURGO, Alemania (Agencias) — La manipulación fraudulenta de Volkswagen
para superar los controles anti contaminación son fruto de "una cadena de
errores" iniciada en 2005, afirmó Hans Dieter Pötsch, presidente del
consejo de vigilancia del grupo.
El
escándalo "no resulta de un error aislado sino de una cadena de errores
que no se rompió en ningún momento", reconoció Pötsch ante una rueda de
prensa este jueves.
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De
acuerdo con el directivo, el origen del fraude se remonta a 2005 cuando
Volkswagen lanzó una ofensiva en el diésel para el mercado estadounidense,
detalló el directivo.
Según
los primeros resultados, influyeron tres factores, de acuerdo con Pötsch:
"errores e infracciones individuales de ciertos
empleados en ciertos
ámbitos de la empresa", "debilidades en ciertos procesos", y
"una actitud de parte de algunos que consistía en tolerar las infracciones
de la ley".
Este
último punto "es el más difícil de aceptar para nosotros", añadió,
sin detallar la identidad de los responsables, ni su número.
"Ningún
negocio justifica superar los límites legales y éticos. Aunque no podemos
prever una mala conducta por individuos definitivamente, en el futuro será muy
difícil evitar nuestros procesos", agregó.
Volkswagen,
propietaria de 12 marcas, desencadenó en septiembre la mayor crisis de su
historia al reconocer que había instalado en los motores de 11 millones de
vehículos diésel un software capaz de brindar datos falsos en los resultados de
las pruebas ambientales.
Quién hizo qué
Pötsch
hizo sus comentarios al presentar un primer balance de dos investigaciones, una
interna, que deberá concluir "dentro de poco", y otra encargada a
Jones Day, un bufete de abogados estadounidenses, y que continuará hasta 2016.
En
total, 450 expertos han sido movilizados para hallar el origen del escándalo
que ha sumido el grupo alemán en una situación "tensa", según
reconoció en la comparecencia Matthias Müller, el
nuevo presidente del grupo.
Müller
dijo que el grupo de 12 marcas está en una situación "que no es dramática,
aunque sí tensa", y reiteró su promesa de esclarecer el escándalo y de
reorganizar el grupo en profundidad.
"La
situación es grave, pero no hundirá a la empresa", prometió.
De
momento, Volkswagen ha hecho salir a siete personas, entre ellas su presidente
desde 2007, Martin Winterkorn, quien dimitió en septiembre asumiendo la
responsabilidad del escándalo, afirmando al mismo tiempo que no había sabido
nada antes.
Por
el momento, añadió Pötsch, ex director financiero del grupo, "no tenemos
pruebas de la implicación (en el escándalo) de miembros del directorio o del
consejo de vigilancia" presentes o pasados y agregó que no nombraría a
ningún individuo involucrado, porque probablemente sólo un número limitado de
personas participó en el engaño.
Pötsch
también acordó medidas para mejorar la supervisión en el desarrollo del
software de motores para evitar futuras manipulaciones, además de que planea
introducir una nueva estructura corporativa que entraría en vigor en todo el
grupo a principios de 2017.
El
gigante de la industria automotriz alemana cuenta con un volumen de negocio de
unos 200,000 millones de euros y unos 600,000 empleados en todo el mundo,
sufrió entre julio y septiembre su primera pérdida neta en 15 años (1,673
millones de euros).
El
resultado fue consecuencia directa de los 6,700 millones de euros
aprovisionados para hacer frente a las consecuencias judiciales del escándalo.
Justo
antes de la comparecencia de este jueves, la presión se relajó sobre Volkswagen
en otro frente, el de las sospechas de manipulación de las emisiones de CO2 de
otros 800,000 coches.
Además
anunció que por el momento no se ha confirmado el posible impacto negativo en
sus cuentas de este caso, valorado inicialmente en 2,000 millones de euros.