El número de
proveedoras de autopartes en Aguascalientes prácticamente se triplicó en sólo
cuatro años, mientras que las inversiones en el sector superaron los 45 mil
millones de pesos.
MARÍA
LUISA GONZÁLEZ
09:06 AM Última actualización 09:21 AM
AGUASCALIENTES, Ags.- Por el “efecto Nissan” y el boom de la industria
automotriz en la región Bajío, el número de proveedoras de autopartes en esta entidad
prácticamente se triplicó en sólo cuatro años, mientras que las inversiones en
el sector superaron en poco más de 60 por ciento los 26 mil millones de pesos
programados por la armadora nipona en las tres fases de su planta A2 y casi
tres veces también los nueve mil empleos que puso sobre la mesa al anunciar el
proyecto.
De 2011 a julio de 2015, según reportes de la Secretaría de Desarrollo
Económico (Sedec) estatal, las empresas de ese giro se elevaron de 37 a 110 y
se dieron inversiones por 45 mil 522 millones de pesos en nuevos proyectos
–“aterrizados” y en proceso- y “desdoblamientos” de proveedoras ya establecidas
de primer y segundo nivel, que generaron 26 mil 224 empleos directos.
Agrega dos
hechos “inéditos”: la incorporación al clúster automotriz de pequeñas empresas
familiares de origen japonés y local de hasta cuarto nivel –TIER4- y la
extensión de los beneficios de la industria a otros municipios, fuera de los de
Aguascalientes y San Francisco de los Romo -donde se concentra la industria-,
como Rincón de Romos, Jesús María, Calvillo y El Llano, que a la fecha han
atraído 12 de 76 proyectos de inversión automotriz, incluidas ampliaciones.
Aguascalientes está “reposicionándose” en el destacado lugar que ocupaba en el
país durante las décadas de los ochenta y los noventa como centro de
proveeduría y de manufactura automotriz, pondera a EL FINANCIERO el titular de
la dependencia, Raúl Landeros Bruni, quien da por hecho que esa dinámica de
crecimiento va a continuar, “más ahora con la coinversión Daimler-Infiniti, y
la apertura de BMW y Audi, en San Luis Potosí y Guanajuato”, que, indica,
“están acentuando el interés e incidencia de proveedores europeos, sobre todo
alemanes”.
Asegura que la Sedec está recibiendo un promedio de tres a la semana en giras
de prospección o compra de ventanilla –“windows shopping”- que proporcionan y
ponen sobre la balanza ventajas competitivas de un lugar.
El funcionario explica el crecimiento exponencial del “cluster” de proveeduría
en el estado no sólo en función de las dos plantas de Nissan y la proyectada
“Compass” –Cooperation Manufacturing Plant- que construirá la firma nipona en
coinversión con Daimler a un lado de la A2.
Asevera que Aguascalientes
se está consolidando como plataforma de operaciones de muchas firmas que tienen
entre su cartera de clientes a otras armadoras, como Mazda, Honda y General
Motors, establecidas en Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí, e, incluso,
Chrysler y VW que operan en Coahuila y Puebla.
Lo atribuye fundamentalmente a su ubicación geográfica estratégica, en el
centro del país, infraestructura y sistemas logísticos, mano de obra
calificada, elevado crecimiento económico y “altísimo” clima de seguridad que,
para él, son elementos básicos de “la ecuación” que decide inversiones en
determinado sitio y los que han abierto la llave de las que se están dando en
el estado, no sólo en la industria automotriz, sino en otras.
“Nosotros mantenemos una política conservadora en cuanto a incentivos económicos
directos, como regalar terrenos, exención de impuestos, temas de nómina y
otros. No los hay; el gobierno estatal decidió destinar el grueso de los
recursos federales a áreas prioritarias que apuntalen la competitividad del
estado y que, combinadas, crean la atmósfera necesaria para el desarrollo de la
inversión.
“Los resultados los está mostrando el crecimiento constante de la misma, como
de otros indicadores económicos básicos. Habrá quienes se inclinen por
incentivos económicos directos, pero son los menos.
“Cuando proveedoras de autopartes en específico los piden nuestra respuesta es
que tienen sobre la mesa los ingredientes necesarios para hacer negocio y
garantizar su futuro: empresas ancla que el gobierno atrajo y en lo que hizo su
mayor esfuerzo; infraestructura industrial y social, mano de obra calificada disponible
y la que está preparando en los centros de educación públicos y privados, así
como un altísimo clima de seguridad.
“Ahora bien, cuando digo política conservadora es porque sí tenemos estrategias
adicionales, pero que no se puede considerar subsidio per se. Lo que nosotros
hemos estado haciendo es contar con parques industriales públicos con
instalaciones y servicios de vanguardia y proveer espacios en ellos a costo
real porque creemos firmemente que el gobierno no está para hacer negocios o lucrar
con esos temas.”
Actualmente operan en la entidad 19 parques, de los cuales 12 son
públicos –estatales y municipales- con una superficie total de 666 hectáreas. Los más recientes son el Parque de Logística Automotriz (PILA), que
abarca 106 hectáreas y se ubica a un costado del aeropuerto internacional Jesús
Terán Peredo, así como el San Francisco IV, de 122 hectáreas, levantado en la
periferia del municipio de San Francisco de los Romo.
Landeros Bruni concluye que los esfuerzos realizados por la actual
administración estatal para abrir y multiplicar, en lo particular, espacios
industriales mediante inversión pública como privada, permiten recibir a una
nueva “ola” de proveedores. “Estamos preparados”, asegura, aunque no descarta
que se construyan más parques públicos. “Siendo previsores, se analizaría esa
posibilidad, pero en estos momentos no es apremiante”, sostiene.