De acuerdo con fuentes del sector que pidieron no ser citadas, en algunas unidades los ingresos generados por Cinépolis y Cinemex, los líderes del mercado en México con 2 mil 890 y 2 mil 408 salas respectivamente, llegan a superar lo que obtienen por la venta de boletos, dependiendo de la temporada y ubicación de los complejos.
“Hace unos dos o tres años el ingreso por dulcería pesaba un máximo de 45 por ciento del total, sin embargo, actualmente puede llegar a representar hasta el 60 por ciento”, dijo una persona con conocimiento en el tema.
Dentro de los complejos de cine un refresco mediano de 621 mililitros o unas palomitas de 72 gramos son 300 veces más caros que en una tienda de conveniencia, mientras que el valor de unos chocolates M&M supera en poco más de 100 por ciento el precio que tienen en un comercio tradicional.
Sin embargo, los elevados precios en alimentos y bebidas que ofrecen las cadenas de cine ayudan a compensar los altos costos fijos y variables que tienen las exhibidoras.
“El negocio está en su mayor parte en la venta de bebidas y alimentos, ya que la ganancia es ‘muy atractiva’, pero los costos de operación también son muy altos, expuso César Elías, analista de Multiva.
LA EXPERIENCIA INTERNACIONAL
En México ninguna de las cadenas que operan cines publica su información operativa y financiera, debido a que no cotizan en los mercados bursátiles. Sin embargo, operadores internacionales como Cinemark y Regal Cinemas dan cuenta de la importancia del negocio de alimentos y bebidas en sus establecimientos, así como de los costos que tienen.
En 2014, Cinemark Holdings, que en México se fusionó con Cinemex, obtuvo por comida y bebidas alrededor del 32 por ciento del total de sus ingresos.
Los precios de los productos que comercializan en sus salas se establecen a partir de las negociaciones directas con los proveedores y fabricantes de los alimentos y bebidas, con la finalidad de obtener descuentos por volumen y mayores rebajas.
De igual manera, las concesiones para la venta de alimentos y bebidas e incluso de bebidas alcohólicas generan gastos significativos para las cadenas, según el reporte financiero de Regal Cinemas, el principal exhibidor de películas en la industria mundial.
Los gastos operativos de la empresa llegaron a 2 mil 684 millones de dólares en el año fiscal 2014, lo que representó el 89.8 por ciento de sus ingresos totales.
Maricarmen Posadas, encargada del área de Mercadotecnia de la firma Quarks Consultoría Creativa, agregó que en la parte de alimentos y bebidas se realizan intercambios de marketing, es decir, que los cines pueden usar la imagen de los personajes de alguna película en los botes de palomitas, vasos u otros productos que generan mayores ventas. Alrededor del 40 por ciento de los ingresos de dichos productos son para los cines, mientras que la distribuidora de películas se queda con el resto, lo cual puede depender del presupuesto de cada película.
INDUSTRIA EN CRECIMIENTO
En 2014, los cines en México tuvieron ingresos por 12 mil millones de pesos exclusivamente por el negocio de exhibición (taquilla).
En los últimos cinco años, los ingresos por boleto se incrementaron 32.56 por ciento, según datos de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine). En tanto, el número de salas de exhibición aumentó 15.91 por ciento a 5 mil 761 en el mismo periodo.
El país ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en asistencia al cine, con 257 millones de boletos vendidos en 2014, sólo por debajo de la India, Estados Unidos y China.
De igual manera, el organismo informó que la asistencia en los cines creció 9.04 por ciento en los primeros cuatros meses del 2015.