El jefe de la Oficina de Operaciones Globales de KidZania, Andrés Fabre, comentó que en la actualidad ya hay 20 centros de este tipo alrededor del mundo -el primero se tuvo en Tokio, Japón-, que se compara contra tres en México y donde se analiza abrir uno adicional.
“En lo que queda del año estaremos abriendo uno o dos más Singapur o Moscú, tal vez entre diciembre y enero. Para 2016 las aperturas que tenemos son: una en Busan (que sería el segundo en Corea del Sur), otro en Nueva Delhi (el segundo en la india)”.
Mientras que para 2017 la empresa mexicana planea abrir en Doha, Qatar, Johannesburgo, Sudáfrica, “y estamos a punto de firmar Paris para finales de 2017”, apuntó.
En entrevista, Fabre consideró que el éxito de este concepto fuera del país se debe a que es un esquema innovador, pues además de ser un negocio que genera dinero, tiene un impacto importante en la sociedad.
“No es sólo un negocio que genera dinero, sino es un negocio que genera bienestar en la sociedad y en la comunidad en la que se establece y eso es muy importante, porque generamos una percepción y un cambio positivo en la niñez del país en el que estamos”, indicó.
Todas las aperturas de Kidzania fuera de México se llevan a cabo bajo la figura de franquicia, por lo que la empresa tiene socios que adquieren el modelo y a cambio recibe el modelo de operación, diseño, el “know how”, y después la empresa recibe regalías.
El directivo explicó que la inversión para desarrollo un Kidzania localmente varía entre 20 y 40 millones de dólares, dependiendo el mercado, a lo que se suma la cuota de franquicia de alrededor de 650 mil dólares, entre otros.
Precisó que la afluencia a los centros KidZania varía dependiendo el país, pues mientras hay algunos que reciben alrededor de 200 mil personas al año, hay lugares como Japón en donde se atienden a más de 900 mil; en Paris se espera un flujo de entre 500 mil y 600 mil personas al año.
KidZania es una empresa cien por ciento mexicana, que se fundó hace 16 años, con la apertura de su primer centro en Santa Fe en 1999, bajo el concepto de eduentretenimiento, el primero en ofrecer a los niños y niñas de dos a 16 años actividades basadas en el juego más antiguo: jugar a ser adultos.
Para considerar la apertura de un centro, la empresa evalúa el tamaño de mercado, el porcentaje de niños, la economía del lugar, estabilidad social, estabilidad política, clima, competidores, legislación, entre otros, puntualizó.
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