Cerca de 10 mil empleados a tiempo completo de las tiendas Uniqlo en Japón tendrán la opción de un fin de semana de tres días, a cambio de jornadas laborales de 10 horas el resto de la semana. El minorista también consideraría dar una semana más corta en su sede corporativa y en más tiendas, si este experimento da buenos resultados.
Fast Retailing ofrecerá este beneficio a sus empleados en tiendas con la esperanza de retener sus empleados a tiempo completo, que a menudo prefieren el medio tiempo para estar con sus familias o para cuidar de padres ancianos, según la compañía.
La desventaja es que los trabajadores tendrán que trabajar sábados y domingos, cuando hay más actividad en las tiendas.
La decisión se produce mientras diversas empresas de Japón apenas están comenzando a analizar la tradicionalmente ardua jornada de trabajo en el país. Alrededor del 22 por ciento de los japoneses trabajaron más de 49 horas a la semana, en comparación con el 16 por ciento de los trabajadores de Estados Unidos, de acuerdo con The Guardian.
Mientras que la semana laboral de cuatro días va en aumento en Estados unidos, las historias de éxito más visibles son pequeñas empresas con mano de obra altamente calificada. En una encuesta de 2014 a más de mil empresarios, el 43 por ciento señaló que permite al menos a algunos empleados comprimir la semana laboral, más horas en menos días, por lo menos durante una parte del año; en 2009 la cifra era de 38 por ciento en 2009.
Sólo 10 por ciento, sin embargo, de los empleadores, por lo general pequeñas empresas, ofrecen esta opción a todos sus trabajadores, según la encuesta. Un reto importante para la semana laboral de cuatro días es que la mayoría del mundo opera en un horario de cinco días.
La retención es particularmente importante para Uniqlo, incluso para los trabajadores menos cualificados. La firma japonesa da una capacitación de dos semanas a sus nuevos empleados y perder ese talento cuesta dinero. "Sentimos que tenemos para enriquecerlos", señaló en marzo a Bloomberg el presidente ejecutivo de Uniqlo USA, Larry Meyer. "Si la gente está feliz, la tasa de retención es alta. Si no es así, la tasa de retención es baja."
Uniqlo ha sido criticado en el pasado por las condiciones laborales en las fábricas de sus proveedores en China. A raíz de las investigaciones internas, el minorista ha prometido tomar medidas.
Un libro de 2011, “The Glory and Disgrace of Uniqlo”, del periodista Masuo Yokota, señalaba que algunos gerentes de las tiendas en Japón estaban sobrecargados; la firma demandó a la editorial, pero el caso fue desestimado. La compañía dijo en su momento que se estaba trabajando para "adoptar una postura estricta" en contra de horas extra no remuneradas.
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