una demanda floja de cereal. El Tigre Toño y el resto de sus personajes
eternamente jóvenes vienen perdiendo desde hace años la batalla por el desayuno.
De ahí que Kellogg esté reposicionando parte de sus marcas como tentempié para la población más numerosa del país: los nacidos desde comienzos de los años 1980 hasta aproximadamente el año 2000, los millennials.
El total de ventas estadounidenses de cereal cayó 8.8 por ciento desde 2012, pero la proporción consumida por la tarde y la noche ha ido creciendo en forma constante en los últimos años, alcanzando un 35 por ciento en 2015, según la compañía con sede en Battle Creek, Michigan.
Esto se debe en parte a que los millennials adoptaron Froot Loops ySmorz como refrigerios sanos, dice Craig Bahner, presidente de la división U.S. Morning Foods de Kellogg.
Para seguir la tendencia, Kellogg está cambiando los productos como
Frosted Flakes y Special K a envases listos para llevar y enfatizando el
atractivo nostálgico del cereal como un deleite nocturno.
“Es una alternativa al refrigerio salado y sabroso de la noche cuando nos quedamos un rato mirando TV”, dijo Bahner, describiendo una de las estrategias implementadas por Kellogg con la esperanza de aumentar las ganancias.
DESAYUNO 24/7
El cambio a los alimentos del desayuno durante las 24 horas de los siete días de la semana ha ayudado a otras empresas, incluidaMcDonald’s. Su facturación y sus ganancias estadounidenses crecieron desde el otoño pasado, cuando comenzó a ofrecer algunas de sus opciones matinales más populares, como los hash browns y los Egg McMuffins, a lo largo de todo el día.
Salvar al cereal no será fácil, dijo. Las ventas en Estados Unidos
disminuyeron en cada uno de los tres últimos años, y las proyecciones
indican que la regresión continuará hasta al menos 2020, según la plataforma de información Euromonitor International.
Kellogg y su principal rival, General Mills, sostienen que las tendencias negativas están nivelándose, en tanto Kellogg dice que el crecimiento podría reanudarse este año.
No obstante, el total de ventas estadounidenses cayó 3.5 por ciento respecto de un año atrás en las cuatro semanas previas al 23 de marzo, según datos de la firma investigadora de mercado IRI, con sede en Chicago.
Chris Growe, analista de Stifel Financial, definió ese desempeño como un 'verdadero revés'.
Es probable que los crecimientos anuales constantes hayan quedado atrás definitivamente en razón de los cambios fundamentales en la conducta de los consumidores estadounidenses, según Jared Koerten, analista de alimentos de Euromonitor.
Confiar en los millennials que consumen refrigerios para salvar al cereal
quizá sea una expresión de deseos, dijo Kurt Jetta, máximo responsable
ejecutivo y fundador de Tabs Analytics, compañía de analítica de consumo y minorista.
“No me parece una forma novedosa ni viable de salir de la regresión”, dijo. “Representará un impacto muy marginal”.
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