Elías Camhaji, director general de ZKC, explicó que el fondo que arrancó hace 13 años, actualmente tienen por un lado, una Fibra privada donde se dedican a la adquisición y renta de oficinas y usos mixtos en la Ciudad de México, y un fideicomiso de desarrollo, con el que cubren todos los sectores, desde inmuebles industriales y centros comerciales, hasta vivienda.
“Por el lado de la Fibra privada tenemos contemplada una inversión de 4 mil millones de pesos, y en desarrollo entre 3 mil y 4 mil metros cuadrados”, detalló el ejecutivo.
Uno de ellos es Insurgentes 262 donde se planea una torre con 3 niveles comerciales, 5 de hotel y otros 8 niveles de oficinas con hasta 30 mil metros cuadrados de área rentable.
Otros dos son los ubicados en Insurgentes 454 con 25 mil metros cuadrados de área rentable, e Insurgentes 929, esquina con San Antonio, donde se construye una torre de oficinas de 25 niveles y 30 mil metros cuadrados rentables.
“Principalmente lo que compramos son edificios de oficinas, centros comerciales, y propiedades industriales”, agregó el CEO de ZKC.
Por ahora, Camhaji descartó que pudieran llevar a la Bolsa Mexicana de Valores su Fibra, ya que ven mayores beneficios siendo privadas que cotizando en el mercado accionario y porque aún no tienen un tamaño significativo.
“No queremos desenfocarnos de hacer bien nuestro negocio que es adquirir propiedades y rentarlas, e irnos al mercado y depender de variables como las tasas de interés y temas macroeconómicos y estar preocupados de si baja o no el título”, explicó.
En lo que va del año, el índice de las Fibras acumula una caída de 6 por ciento en la BMV, su primer año de pérdidas desde que se listaron los instrumentos en 2011.
La Fibra de ZKC arrancó con 18 propiedades, hoy cuenta con 45 inmuebles y ha duplicado su tamaño de forma anual.
El vehículo cuenta con 120 inversionistas, en su mayoría mexicanos y de igual modo tienen la alternativa de obtener financiamiento vía la banca comercial.
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