En el marco de su presentación en el taller de la industria petroquímica organizada por Braskem-Idesa, el ejecutivo destacó que algunos químicos básicos que fabricaba Pemex redujeron su volumen de producción hasta en 25 por ciento, provocando que aumente la importación y se encarezca el producto. “Pemex debe ser el motor de la economía mexicana, hasta el momento la reforma sigue en papel y hasta que se noten los primeros efectos del cambio legal, Pemex debe continuar con su labor de impulsar la economía del país”, destacó.
En días pasados la Secretaría de Hacienda propuso para 2016 un presupuesto de 491.9 mil millones de pesos para la empresa productiva del estado, lo cual significa 90.3 mil millones menos que lo aprobado el año anterior.
Benedetto consideró que la reforma energética será un impulso importante para la industria química para que logre pesar hasta 3.5 por ciento del PIB, aunque es necesario contar con Pemex en la transición. “México es el único país que su consumo de productos químicos crece a una tasa anual de 7 por ciento, pero la producción nacional se encuentra estancada atendiendo el mercado con importaciones”, expresó el director general de la ANIQ.
Sobre el dialogo entre el gobierno y las empresas para la conformación de normas de calidad para la industria química básica por parte de la Comisión Reguladora de Energía, expresó que los resultados son buenos para el sector y que estos se darán a conocer el próximo 30 de octubre. “La fortaleza del dólar no afecta tanto a nuestro sector, puesto que las empresas trabajamos con precios de mercados internacionales; el problema es en la devaluación del Yuan Chino, puesto que ahora sus productos serán más ‘competitivos’ en precio y eso nos puede quitar mercado incluso en otros países”, dijo Miguel Benedetto.
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