Si tiene éxito la oferta inicial de AB InBev a SABMiller, la cervecera resultante, con una capitalización bursátil de 275 mil millones de dólares, podría eventualmente comprar Coca-Cola Co o PepsiCo, según analistas. Este movimiento rompería con una barrera en vigor desde hace tiempo entre la fabricación y la venta de bebidas alcohólicas o gaseosas.
AB InBev cuenta con el respaldo de la firma de capital privado 3G Capital, conocida por ser implacable en su objetivo de reducir excesos corporativos.
Se prevé más consolidación en la industria de alimentos procesados tras la fusión en julio de Kraft Foods Group Inc y el fabricante de ketchup H.J. Heinz Co, respaldados por Berkshire Hathaway Inc de Warren Buffett y 3G.
Mientras Coca-Cola, con una capitalización bursátil de 171 mil millones de dólares, es demasiado grande para que la adquiera AB InBev, la integración de AB InBev y SABMiller podría estar bien posicionada para adquirir Coca-Cola en tres o cuatro años, según un banquero de la industria.
El tamaño de Coca-Cola sería menos escollo a un acuerdo potencial con el paso del tiempo, según analistas.
"Debido a que las empresas están creciendo en tamaño con esta adquisición en potencia, tienen permiso para soñar a lo grande aún más", dijo Ali Dibadj, analista de Sanford Bernstein en una entrevista.
En una nota a sus clientes, Dibadj también dijo que la empresa resultante podría comprar el negocio de bebidas de Pepsi, y Kraft-Heinz potencialmente podría adquirir su negocio de aperitivos Frito-Lay.
Tales posibilidades podrían presionar aún más a los mercados de las bebidas sin alcohol, que ya afrontan dificultades por la caída de la demanda, para reducir costos y aumentar las ventas, o eventualmente arriesgarse a una adquisición. Coca-Cola y Pepsi declinaron hacer comentarios.
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