Las ventas de automóviles en Rusia cayeron bruscamente el año pasado, luego de que la economía se vio golpeada por una caída en los precios del petróleo y las sanciones occidentales por la situación en Ucrania. El rublo también se debilitó, perjudicando la demanda.
General Motors dijo la semana pasada que cerrará su fábrica rusa y que reducirá la marca Opel en el país, mientras que Nissan Motor Co suspendió este mes la producción en Rusia por 16 días.
"En los primeros meses de 2015, el mercado de automóviles de Rusia sigue sintiendo el impacto de una economía débil, un significativo aumento de los precios y unas tasas de interés altas. No esperamos que esto cambie en los próximos meses", dijo Volkswagen en comentarios enviados por correo electrónico.
La compañía dijo que su fábrica de automóviles en Kaluga, al sur de Moscú, operará cuatro días a la semana entre abril y julio de este año y que a partir de mayo el número de turnos disminuirá de dos de tres.
Como parte de las medidas destinadas a ayudar a la empresa a adaptarse al entorno económico actual, la producción sería suspendida por dos semanas entre el 5 y 8 de mayo y el 12 y 15 del mismo mes, agregó la firma.
La compañía dijo también que no renovará los contratos de al menos 150 empleados y que ofrecerá a algunos otros la oportunidad de trasladarse a su nuevo almacén de piezas de automóviles en la región de Moscú o a una planta de motores. Ambos centros tienen previsto abrir a fines de este año.
También ofrecerá paquetes de compensación a los empleados que renuncien a su puesto de trabajo por mutuo acuerdo.
Las ventas de Volkswagen en Rusia cayeron 40 por ciento en enero-febrero en términos interanuales, mientras que las del mercado en general cayeron 32 por ciento, según grupo de presión con sede en Moscú.
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