América Móvil, Telefónica y el resto de los operadores de telefonía móvil tienen una oferta de servicios poco diversificada en México, en comparación con los paquetes que ofrecen en otros países, como planes de internet más baratos con base en la ubicación geográfica del usuario o los horarios en los que pueden conectarse a la web.
Telefónica, por ejemplo, sólo ofrece en México paquetes de pospago enfocados a datos con capacidades de 1, hasta 3 gigabytes con minutos para comunicaciones de voz y mensajes de texto ilimitados.
En contraste, la española maneja planes compartidos (bucket plans) en Chile, Colombia y la mayoría de los mercados europeos, con los cuales los clientes contratan un combo de minutos de voz y datos y lo reparten entre dos o tres usuarios, como mejor les convenga.
Otra alternativa que ofrece son combos de datos para repartir en todos los dispositivos de un cliente, en lugar de tener que realizar un contrato por cada uno.
Por otra parte, Telcel, firma que domina 70 por ciento de las líneas móviles en México, únicamente tiene disponibles dos tipos de planes tarifarios en el país, mientras que en el mercado brasileño, en el cual enfrenta una mayor competencia, ofrece cinco esquemas diferentes, entre los que se incluye un paquete para habitantes de comunidades rurales y otros en los que incorpora combinaciones de larga distancia, mensajes y minutos a voluntad del cliente.
Aún así, México es uno de los mercados donde obtienen más ingresos por usuario (ARPU por sus siglas en inglés); en el país asciende a 159 pesos, el doble de los 78 pesos que genera por cada cliente en Brasil.
La concentración del mercado mexicano de telefonía móvil, el número reducido de usuarios de pospago, la falta de asignación de espectro radioeléctrico y la alta rentabilidad de los usuarios se encuentran entre los principales motivos por los cuales las telefónicas no han sofisticado sus ofertas en México, explicaron expertos.
“Por el momento los operadores no tienen incentivos para ampliar sus ofertas”, dijo Homero Ruiz, analista de Signum Research.
Jesús Romo, analista de Telconomía, mencionó que también hacen falta asignaciones de espectro radioeléctrico que le permitan a los carriers desplegar tecnologías LTE, las cuales permiten priorizar la calidad del servicio de los datos.
“A medida que haya más demanda de servicios de internet y el número de usuarios de pospago aumente, los operadores tendrán que seguir la tendencia internacional con planes compartidos, rollover de datos y conexión de banda ancha más económica fuera de horas pico”, previó.
En Estados Unidos, AT&T ofrece planes para compartir canastas de minutos, mensajes de texto y datos, o bien paquetes de datos para repartir entre dispositivos móviles y consolas de videojuegos. Sin embargo, en México la firma aún no modifica las ofertas comerciales de Iusacell.
Actualmente el 40 por ciento de los mexicanos tiene acceso a internet a través de conexiones inalámbricas y el 98 por ciento de ellos se enlaza a través de dispositivos móviles, de acuerdo con datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
El mexicano promedio consume entre 301 y 500 megabytes mensualmente de sus paquetes, pues la mayoría del tiempo se conecta a redes de WiFi abiertas.
“La introducción de esquemas más sofisticados ayudaría a incrementar la penetración de internet y hasta ahora no los hemos tenido por la alta concentración en el mercado. Un número mayor de jugadores, genera más innovación”, comentó Aldo Sánchez, director de Planeación Estratégica del IFT.
De acuerdo con el directivo, los primeros pasos para tener nuevas ofertas en telefonía móvil se dieron con la entrada de los Operadores Móviles Virtuales (OMV).
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