La compañía con sede en Monterrey, es proveedora de Toyota, General Motors y Ford, y las tres concluirán sus procesos productivos en este país entre 2016 y 2017.
De acuerdo con una fuente federal, Metalsa estaría llevando su producción de la mano de alguna de estas armadoras, según al país que determinen instalarse.
La industria automotriz en aquel país oceánico fue afectada por varios factores que obligaron a las armadoras a dejar de producir, como el ser un mercado altamente competitivo, la fortaleza del dólar australiano y una reducción en la producción de autos en dicho mercado.
Recientemente, Esaú Garza de Vega, consejero comercial en Australia de ProMéxico, dijo que el organismo busca capitalizar dicha oportunidad, atrayendo al país la proveeduría que quedaría ociosa con la salida de esas armadoras.
Añadió que gracias al Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), al que pertenecen, entre otros, México y Australia, se permite a las empresas instaladas en dicho país diversificar sus exportaciones con acceso preferencial a otros mercados como Brunei, Darussalam, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam.
Hace tres años, la firma de Grupo Proeza, adquirió a Nordwind Capital, su subsidiaria ISE Automotrive para complementar sus operaciones y capacidades de manufactura con nuevos procesos y conocimientos.
La adquisición incluyó ocho plantas de manufactura y dos centros de ingeniería, lo que le permitió a Metalsa a expandir sus actividades comerciales a nuevas regiones como China, Hungría, Alemania, Turquía y Sudáfrica.
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