Los analistas dicen que el proyecto Toyota New Global Architecture es la
respuesta de Toyota a los problemas de competencia: un intento de redefinir la
columna vertebral de su sistema de producción.
La compañía tuvo perdidas de 3 mil millones de
dólares en 2010 tras el ataque del Congreso de Estados Unidos por las fallas
mecánicas en sus automóviles. (Foto: Shutterstock)
KANA INAGAKI15/06/2015 06:00 AM
En 2010, Akio
Toyoda parecía que iba a salir de la presidencia de Toyota, el grupo automotriz
más grande de Japón y la compañía que fundó su abuelo. A sólo ocho meses de
tomar el cargo, Toyoda dudaba que sobreviviría a un ataque a manos de un comité
del Congreso de Estados Unidos después de un retiro masivo de vehículos Toyota
que aceleraban de manera espontánea. En ese momento, la compañía luchaba para
frenar las pérdidas anuales de 437 mil millones de yenes (3 mil 500 millones de
dólares), mientras que la caída en ventas era de 28 % desde la crisis
financieras para llegar a 19 millones de millones de yenes.
Cinco años después,
ahora la posición de Toyoda parece inatacable. El fabricante japonés de
automóviles de nuevo se ubica en la cima de la industria global, produciendo
utilidades netas récord de 17 mil millones de dólares (mdd) como resultado de
las ventas anuales de más de 10 millones de vehículos en todo el mundo.
El fabricante de
automóviles de Toyoda, es uno de los que más se beneficiaron por la agresiva
política de una flexibilización monetaria del primer ministro Shinzo Abe, que
debilitó al yen. Los movimientos de la moneda representaron 23% de los 41 mil
mdd de las utilidades de operación totales en los últimos dos ejercicios
fiscales.
Pero los beneficios
de la moneda empiezan a desvanecerse a medida de que aumenta el costo del
dólar, ya que también vienen con una serie de condiciones pues Toyota enfrenta
la presión de recompensar a sus empleados con mayores salarios.
La expansión
vertiginosa -alguna vez un principio rector- ahora se considera peligrosa y los
empleados ya no se atreven a utilizar la frase “máximo histórico” o “número
uno” frente al jefe. Bloqueó la construcción de nuevas plantas durante tres
años mientras Toyota explora formas para hacer más eficientes sus operaciones.
Pero mientras
Toyota “puso pausa”, VW que se expande agresivamente, estableció el objetivo de
superar a su rival japonesa para el 2018. Los analistas en general esperan que
VW ocupe la primera posición en ventas de vehículos este año.
La vulnerabilidad
de Toyota es más evidente en China, el mercado de automóviles más grande del
mundo, donde tiene 5% de la participación de mercados.
Los analistas dicen
que la transformación se pondrá a prueba cuando la compañía presente una serie
de nuevos modelos que utilicen las renovadas plataformas y componentes de
vehículos. El proyecto, de nombre Toyota New Global Achitecture (La nueva
arquitectura global de Toyota o TNGA, por sus siglas en inglés), se lanzará con
el nuevo híbrido Prius a finales de este año, y se espera que cubra la mitad de
sus vehículos para 2020.
Todos los
principales fabricantes de automóviles luchan con un menor crecimiento y el
alza de los costos para desarrollar tecnologías que ahorren energía. Goldman
Sachs estima que habrá 2 mil 500 dólares de costo adicional por vehículo para
cada fabricante que cumpla con las regulaciones para reducir las emisiones de
dióxido de carbono.
Los analistas dicen
que el proyecto TNGA es la respuesta de Toyota a los problemas de competencia:
un intento de redefinir la columna vertebral de su sistema de producción para
satisfacer las tendencias globales de calidad y de coches más baratos.
Una vez que los
primeros vehículos que se produzcan mediante el uso de las nuevas plataformas
lleguen a la calle a finales de este año, los analistas dicen que la gran
medida para Toyota será si pueden hacer frente a su posición relativamente
débil en China e India.
Las marcas
japonesas todavía tienen que recuperarse de la disputa de Japón con China que
envenenó las relaciones entre los dos países. Incluso Nissan, el participante
japonés más fuerte en China, dice que perdió dos años de desarrollo debido a la
disputa sobre las islas Senkaku que están bajo el control japonés, que se
conocen como Diaoyu en China.
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