Dos terceras partes del capital de esta firma global se concentran
en su casa matriz.
Steve Johnson/FT.com
09/03/2015 04:20 AM. El Milenio.
Andrea Rossi sonríe cuando le pregunto acerca de Axa
Rosenberg, la división de inversión cuantitativa de la aseguradora francesa que
alguna vez estuvo asediada, aunque no por las razones que uno puede esperar.
“Querrás decir Axa Investment Managers, la división
Rosenberg”, dice, al aludir a su misión, que aún no es universalmente exitosa,
de reposicionar la marca Rosenberg y Axa Framlington, la división de capital
central del grupo.
Su frase parece tan farragosa como digna, al grado de que
Rossi, director general de Axa IM, tiene que revisar para estar seguro de que
sus palabras caen en el orden correcto, pero su compromiso es claro.
“Creo que es importante que actuemos como una sola marca.
Vamos a mantener los nombres, pero en marca seremos una. Tendremos las mismas
tarjetas de presentación. Es un cambio cultural”, dice en su primera entrevista
en inglés.
“Los buenos participantes en el mercado tienen fuertes
nombres de marca. Nosotros estamos allí en términos de rendimientos de
inversión y diversidad en términos de clases de activos, pero
desafortunadamente no hay suficiente gente que sepa de nosotros”.
Que la unidad central del segundo gestor de activos más
grande de Europa se considere de bajo perfil puede parecer extraño.
Esa situación parcialmente se debe a que dos terceras partes
de los 623 mil millones de euros en activos es dinero de la empresa que se
maneja para su casa matriz, pero Rossi, quien sustituyó en el cargo a
Dominique-Carrel-Billiard en julio de 2013, cree que hay muchas cosas además de
eso.
“Damos rendimiento, pero no estoy seguro de que la gente nos
entienda siempre. Creen que somos un participante de renta fija”, dice el
ejecutivo de 48 años, quien afirma que a menudo se ignoran las fortalezas de
Axa IM en capital, bienes raíces y en activos múltiples de inversión.
En el almuerzo, Rossi dice que Morningstar califica 73 por
ciento de los fondos del grupo con cuatro o cinco estrellas, lo que sugiere que
su desempeño ha estado en el primer o segundo cuartil durante tres años.
Cree que Axa IM empieza a disfrutar de los frutos de su
trabajo; 2014 fue un “buen año”, con 19 mil millones de euros de nuevo dinero
neto, el segundo año consecutivo con ingresos netos, y un aumento de 56 por
ciento frente a 2013. La mayor parte de este dinero de terceros fue de
inversionistas minoristas.
El director general dice que los ingresos provienen de “una
diversa base geográfica”, pero un elemento central de la estrategia de crecimiento
de Axa es ampliar su presencia mundial. “Somos fuertes en Europa, pero fuera
somos muy débiles”, admite Rossi.
Axa IM se encuentra en proceso de contratar 50 vendedores,
en su mayoría en Asia y el continente americano. Este año se abrirá una oficina
en México, donde el reconocimiento del nombre le ayuda a Axa, al ser la segunda
aseguradora más grande, mientras que en Asia el grupo reforzó su capacidad de
inversión en campos como bonos de alto rendimiento. Ahora tiene 36 fondos con
registro en Hong Kong y Singapur, en comparación con solo 16 hace un año.
Rossi ve su reposicionamiento de marca como un ejercicio
esencial en su avance geográfico, particularmente en EU, donde estáAxa
Investment Managers, la división que Rosenberg llama hogar. “Necesitamos simplificar
la forma como nos ven los clientes, para asegurar que tenemos una sola marca.
No podemos gastar tres, cuatro o cinco páginas en explicar quiénes somos”.
El otro enfoque para la expansión es la región nórdica,
donde Axa IM contrató un equipo de ventas de UBS para fortalecer su presencia
en Estocolmo, la ciudad natal de Rossi.
De hecho, cree que su herencia, mitad sueca y mitad
italiana, le ayudó en su carrera. “Los suecos tienen más orientación al equipo,
son más organizados, más pragmáticos en su enfoque. Los italianos son mejores
para pensar fuera de los esquemas, son más flexibles, más adaptables, pero son
más individualistas. Me ayudó mucho tener esas dos culturas”, dice.
“La administración es acerca de tomar decisiones difíciles,
no hay democracia, pero me ayudó a crear un espíritu de equipo”.
Esas dos fortalezas fueron necesarias para ayudarle a
transformar Rosenberg, que perdió una serie de mandatos institucionales después
de que tuvo que pagar 242 millones de dólares (mdd) a la Comisión de Bolsa y
Valores de EU en 2001 para resolver el problema por las acusaciones de que
ocultó un error en su modelo informático para sus clientes, lo que provocó que
perdieran millones de dólares.
Los activos bajo la gestión de Rosenberg, alrededor de 26
mil 300 mdd hasta septiembre de 2014, todavía se mantienen inferiores a los 30
mil mdd que tuvo a finales de 2010, a pesar de un fuerte repunte en los
mercados de capitales desde entonces, mientras el número de personal se
desplomó de 350 a 150.
Rossi, quien dirigía la división italiana de seguros de Axa
en ese tiempo, dice que el problema de codificación “tuvo un efecto pequeño en
el rendimiento”, pero reconoce que pudo haberse comunicado “de otra forma”.
Cree que en la actualidad los controles de riesgos de toda la compañía evitarán
que se repita ese episodio.
Rosenberg disfrutó 18 meses de flujos positivos, dice Rossi,
en línea con la recuperación general en el apetito de los inversionistas por
los fondos y casas de inversión.
En términos más generales, las cifras publicadas la semana
pasada mostraron que Axa IM aumentó 9%, para llegar a mil 125 millones de euros
el año pasado, con ganancias subyacentes 23% más altas, que llegaron a 211
millones de euros, menos el impacto de Axa Private Equity, que se vendió en
septiembre de 2013.
A pesar de eso, Rossi se fijó el difícil objetivo de
duplicar los activos de terceros bajo gestión para llegar a 400 mil millones de
euros en 2020. Al depender de los rendimientos del mercado, esto puede requerir
que el grupo aumente sus ingresos netos de esta fuente de entre 15 mil y 16 mil
millones de euros del año pasado.
El presidente ejecutivo considera que es “un poco más
positivo” con respecto al crecimiento del mercado principal de Axa en la zona
euro; sin embargo, cree que la combinación de los bajos precios del petróleo,
un euro débil y el aumento de la flexibilidad del mercado laboral ayudarán al
crecimiento, incluso si Francia se mantiene a la zaga en términos de reforma
del mercado laboral.
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