Gracias a su estrategia de un mayor uso de tecnología en todos sus procesos, la diversificación de mercados y la ampliación de su negocio hacia carnicerías, Bafar logró elevar en 57% sus ventas desde 2011, lo que ha sido premiado por los inversionistas.
Fernanda Celis 14.12.2015
Grupo Bafar, conocida por los jamones Sabori y otros productos, como salchichas y quesos, encontró la receta para crecer y duplicar su valor en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) en tan sólo cuatro años.
La firma que dirige Eugenio Baeza Fares ha alcanzado una capitalización de mercado de 10 mil 992 millones de pesos con un precio por acción de 34.95 pesos desde los 14.82 pesos que tenía en 2011.
La fórmula se ha centrado en el mayor uso de tecnología en todos sus procesos, la diversificación de mercados tanto nacionales como internacionales, y la ampliación de su negocio hacia carnicerías a través de sus tiendas especializadas BIF y Carnemart. Ha crecido no sólo el negocio de alimentos también en su división inmobiliaria, donde cuenta con áreas especializadas en la adquisición y desarrollo de inmuebles, construcción, diseño y manejo de obra, así como con la administración de los mismos.
Los resultados de estas iniciativas son visibles. De enero a septiembre de 2015 la compañía logró facturar 7 mil 77 millones de pesos, lo que significó un aumento de 57.1 por ciento respecto al mismo lapso del 2011, al tiempo que la generación de su flujo operativo (EBITDA) se incrementó en 57.3 por ciento para llegar a 685.2 millones.
Incluso, la compañía ha registrado un crecimiento mayor al de la industria de embutidos y carnes frías, que en el mismo periodo aumentó su valor de las ventas en alrededor de 43 por ciento y casi 19 por ciento su volumen, según datos del Inegi.
Por otra parte, el grupo ha puesto atención en los mercados internacionales, a través de exportaciones a países como Japón, China, Guatemala, Estados Unidos y Cuba, con productos como carnes frías, quesos, comidas preparadas, pollo y res, de acuerdo con analistas.
Ante dichos resultados, Bafar tiene potencial de seguir su crecimiento, pues según directivos de la empresa, existe la posibilidad de que incrementar su presencia en esos mercados, al tiempo en que países como Corea y Canadá lucen atractivos para su expansión.
Lo anterior será posible por las inversiones que ha hecho la compañía, donde destacan la construcción de un nuevo complejo agroindustrial, así como una central de cogeneración de energía en La Piedad, Michoacán, donde invertirá alrededor de 650 millones de dólares en los próximos cuatro años.
“Estos recursos también se destinarán a las nuevas plantas, operaciones logísticas y a los nuevos puntos de venta para producir, movilizar y comercializar las más de 350 mil toneladas de productos que se fabricarán por año en el nuevo complejo”, detalló Eugenio Baeza durante el anuncio de la inversión a mediados de julio pasado.
José Antonio Cebeira, analista de Actinver, comentó que empresas como Bafar cuentan con oportunidad de expandirse también en Centro y Sudamérica, al tiempo en que la firma podría fortalecer su presencia en el canal moderno (supermercados) en países como Estados Unidos, ampliando su portafolio de embutidos, debido a que en dicho mercado “son bien considerados los productos cárnicos que se hacen en México”.
En tanto, en México, las carnicerías son una manera de darle valor agregado a su negocio y a los clientes.
“Ello permite posicionar sus productos y dar un servicio completo a las personas que buscan alimentos procesados, en este caso”, señaló el especialista.
La dueña de las marcas Parma y Sabori es la segunda empresa de mayor importancia en el mercado de carnes procesadas, con alrededor del 16 por ciento de penetración, sólo superada por Sigma Alimentos, que maneja marcas como Fud y San Rafael.
Pese a los anuncios hechos por la agencia oncológica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que clasificó las carnes procesadas como “carcinógenas para los seres humanos” y la carne roja como “probablemente carcinógena”, Bafar mantiene su estrategia de crecimiento de largo plazo con el anuncio sobre la expansión de sus operaciones en la planta de la Piedad, Michoacán.
COMPITE EN MERCADO CON POTENCIAL DE CRECIMIENTO
Grupo Bafar compite en un mercado con potencial de crecimiento, pues se prevé que el segmento de carnes procesadas crezca alrededor de 19 por ciento hacia el 2020. Las ventas anuales del sector suman 29 mil 832 millones de pesos, de acuerdo con datos de la agencia de investigación Euromonitor.
En el top de las marcas con mayor participación en dicho mercado se encuentran, Sigma Alimentos con Fud, San Rafel y Tangamanga, seguido por Bafar con Sabori, así como Qualtia Alimentos, que posee marcas como Kir, Caperucita, Zwan y Alpino.
Según datos de Actinver Casa de Bolsa, se estima que México se encuentra en el octavo lugar en la producción de alimentos procesados, donde sólo lo superan China, Estados Unidos, Japón, Brasil, Alemania, Francia e Italia.
Por otra parte, se prevé que el valor de la producción mundial de alimentos procesados se incremente casi 49 por ciento al 2020 a los 7 mil 850 millones de dólares, indica la Casa de Bolsa en un reporte.
“De acuerdo con ProMéxico, países como China y México, siguen tendencias de consumo similares a los países desarrollados al aumentar el consumo de cereales y carne, y la modernización de su industria y la venta de alimentos en supermercados y establecimientos de comida rápida”, se menciona en el texto.
La firma que dirige Eugenio Baeza Fares ha alcanzado una capitalización de mercado de 10 mil 992 millones de pesos con un precio por acción de 34.95 pesos desde los 14.82 pesos que tenía en 2011.
La fórmula se ha centrado en el mayor uso de tecnología en todos sus procesos, la diversificación de mercados tanto nacionales como internacionales, y la ampliación de su negocio hacia carnicerías a través de sus tiendas especializadas BIF y Carnemart. Ha crecido no sólo el negocio de alimentos también en su división inmobiliaria, donde cuenta con áreas especializadas en la adquisición y desarrollo de inmuebles, construcción, diseño y manejo de obra, así como con la administración de los mismos.
Los resultados de estas iniciativas son visibles. De enero a septiembre de 2015 la compañía logró facturar 7 mil 77 millones de pesos, lo que significó un aumento de 57.1 por ciento respecto al mismo lapso del 2011, al tiempo que la generación de su flujo operativo (EBITDA) se incrementó en 57.3 por ciento para llegar a 685.2 millones.
Incluso, la compañía ha registrado un crecimiento mayor al de la industria de embutidos y carnes frías, que en el mismo periodo aumentó su valor de las ventas en alrededor de 43 por ciento y casi 19 por ciento su volumen, según datos del Inegi.
Por otra parte, el grupo ha puesto atención en los mercados internacionales, a través de exportaciones a países como Japón, China, Guatemala, Estados Unidos y Cuba, con productos como carnes frías, quesos, comidas preparadas, pollo y res, de acuerdo con analistas.
Ante dichos resultados, Bafar tiene potencial de seguir su crecimiento, pues según directivos de la empresa, existe la posibilidad de que incrementar su presencia en esos mercados, al tiempo en que países como Corea y Canadá lucen atractivos para su expansión.
Lo anterior será posible por las inversiones que ha hecho la compañía, donde destacan la construcción de un nuevo complejo agroindustrial, así como una central de cogeneración de energía en La Piedad, Michoacán, donde invertirá alrededor de 650 millones de dólares en los próximos cuatro años.
“Estos recursos también se destinarán a las nuevas plantas, operaciones logísticas y a los nuevos puntos de venta para producir, movilizar y comercializar las más de 350 mil toneladas de productos que se fabricarán por año en el nuevo complejo”, detalló Eugenio Baeza durante el anuncio de la inversión a mediados de julio pasado.
José Antonio Cebeira, analista de Actinver, comentó que empresas como Bafar cuentan con oportunidad de expandirse también en Centro y Sudamérica, al tiempo en que la firma podría fortalecer su presencia en el canal moderno (supermercados) en países como Estados Unidos, ampliando su portafolio de embutidos, debido a que en dicho mercado “son bien considerados los productos cárnicos que se hacen en México”.
En tanto, en México, las carnicerías son una manera de darle valor agregado a su negocio y a los clientes.
“Ello permite posicionar sus productos y dar un servicio completo a las personas que buscan alimentos procesados, en este caso”, señaló el especialista.
La dueña de las marcas Parma y Sabori es la segunda empresa de mayor importancia en el mercado de carnes procesadas, con alrededor del 16 por ciento de penetración, sólo superada por Sigma Alimentos, que maneja marcas como Fud y San Rafael.
Pese a los anuncios hechos por la agencia oncológica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que clasificó las carnes procesadas como “carcinógenas para los seres humanos” y la carne roja como “probablemente carcinógena”, Bafar mantiene su estrategia de crecimiento de largo plazo con el anuncio sobre la expansión de sus operaciones en la planta de la Piedad, Michoacán.
COMPITE EN MERCADO CON POTENCIAL DE CRECIMIENTO
Grupo Bafar compite en un mercado con potencial de crecimiento, pues se prevé que el segmento de carnes procesadas crezca alrededor de 19 por ciento hacia el 2020. Las ventas anuales del sector suman 29 mil 832 millones de pesos, de acuerdo con datos de la agencia de investigación Euromonitor.
En el top de las marcas con mayor participación en dicho mercado se encuentran, Sigma Alimentos con Fud, San Rafel y Tangamanga, seguido por Bafar con Sabori, así como Qualtia Alimentos, que posee marcas como Kir, Caperucita, Zwan y Alpino.
Según datos de Actinver Casa de Bolsa, se estima que México se encuentra en el octavo lugar en la producción de alimentos procesados, donde sólo lo superan China, Estados Unidos, Japón, Brasil, Alemania, Francia e Italia.
Por otra parte, se prevé que el valor de la producción mundial de alimentos procesados se incremente casi 49 por ciento al 2020 a los 7 mil 850 millones de dólares, indica la Casa de Bolsa en un reporte.
“De acuerdo con ProMéxico, países como China y México, siguen tendencias de consumo similares a los países desarrollados al aumentar el consumo de cereales y carne, y la modernización de su industria y la venta de alimentos en supermercados y establecimientos de comida rápida”, se menciona en el texto.
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